MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Yo me inicie en la docencia como una actividad adicional a mi profesión porque me di cuenta que en el Tecnológico de Ocotlán estaban solicitando profesores para la carrera de Contaduría y lo vi como una oportunidad de tener una parte de mi ingreso seguro y principalmente acceder a prestaciones y seguridad social que en el despacho que apenas iniciaba no tenía y como me consideraba que tenía facilidad para explicarme con los demás acerca de lo que yo conocía decidí probar suerte, fui aceptada y empecé a impartir clase. Comencé en 1996 en el Tec, recuerdo que me asignaron la materia de costos III y el grupo de la primera generación de Contaduría de la institución, ellos tenían fama de alumnos exigentes, se comentaba que una profesora de reciente ingreso les había dicho en su primer clase que iban a aprender juntos porque ella tampoco sabia mucho de impuestos y enseguida el jefe de departamento recibió un escrito firmado por los alumnos donde exigían les fuera retirada esa maestra, y amenazaron que si no era atendida su solicitud los que se retirarían serían ellos. Después de escuchar esa historia supe lo que no le diría a esos alumnos y decidí prepararme muy bien para presentarme ante ellos, cuando lo hice me fue muy bien y además solicitaron que yo les impartiera otras materias.
Fue un año después cuando me incorporé al Cbtis 49 y le tomé sabor a esto de interactuar con los alumnos y fui madurando poco a poco hasta percibir mi labor docente como una tarea de mucha responsabilidad, pienso que si trabajo en la iniciativa privada y cometo un error tendré que pagarlo con un descuento de mi sueldo o con mi despido y así puedo remediarlo y generalmente eso tiene menos consecuencias a nivel social; sin embargo, como profesora soy un modelo a seguir aunque yo no quiera o no me de cuenta, mi presencia y comportamiento en el aula y fuera de ella enseña a los alumnos no sólo de técnica, sino cómo enfrentar los problemas, cómo relacionarse con los demás, cómo ser éticos y como comprometerse con los problemas sociales de nuestro país, un error cometido en nuestro trabajo no lo podemos corregir con dinero y sin quererlo se seguirá repitiendo en el alumno y en su descendencia hasta llegar el momento en que mi propia descendencia puede verse afectada y la comunidad también al multiplicarse esto en cada alumno y su descendencia. Satisfacciones muchas cada vez que me encuentro un ex alumno y lo veo feliz, ejerciendo su profesión y formando una familia hemosa; insatisfacciones: limitación de recursos en las instituciones, pero principalmente el hecho de que como sociedad estemos creando un entorno que no permite a nuestro alumnos ser tierra fértil en nuestras aulas, ¿realmente son nuestros muchachos totalmente responsables de su falta de motivación, de sus carencias académicas, de su desorientación, de su soledad? O será que padres de familia, maestros, autoridades entre otros somos también responsables, En lo personal yo me considero afortunada por tener la oportunidad de ser profesora y poder colaborar a través de mi trabajo en la transformación social de mi comunidad y mi país. Ahora estoy segura que esta es mi misión y quiero cumplirla con excelencia, por eso estoy aquí.

Julissa Geovanna Barajas Pacheco.