sábado, 22 de mayo de 2010

LA AVENTURA DE SER MAESTRO

Creo que José M. Esteve de la Universidad de Málaga, autor de La aventura de ser maestro es acertado en las afirmaciones que hace en su escrito, tengo un compañero maestro que tiene muchos conocimientos en el área fiscal, sin embargo sus alumnos dicen no entenderle, hace poco nos impartió un taller a compañeros de la academia de contaduría y todos le entendimos muy bien, ¿será que su problema con los alumnos es que no adapta los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado?. Verdaderamente creo necesario que los profesionistas que realizamos actividades docentes o desean realizarlas debemos aprobar un curso inicial de preparación docente.
En cuanto a la ambivalencia de la enseñanza , en lo personal el tiempo de la clase pasa volando y me siento afortunada porque puedo disfrutar mi trabajo y además tener la oportunidad de tomar esta especialidad en competencias docentes para mejorar mi quehacer.
Coincido con Esteve cuando describe su experiencia inicial en la docencia, sin embargo, ahora yo estoy saboreando esta libertad de la que habla el autor, también me recuerdo hace 13 años en mis inicios, nunca hablaba, me dedicaba a escuchar a los demás maestros y yo me sentía insegura, ahora creo que he forjado un criterio propio y mi identidad como profesora.
”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... La verdadera misión magisterial, por ello es que la educación es integral, no desarrolla solo la parte intelectual del hombre, sino todo su ser, o ¡debería desarrollarla. La escuela es un espacio donde también el docente debe ir a aprender, a compartir el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; si espera llegar a casa para empezar a sentir, a compartir, a emocionarse y a amar, solo vivirá la mitad de su vida.
La principal tarea del maestro debe ser lograr que el alumno se cuestione y se inquiete, ¿es esta la mejor forma de hacer significativo el conocimiento? ¿Debo generar la inquietud si quiero fertilizar la tierra del conocimiento? De aquí en adelante recordaré incluir en mis secuencias como inicio de mis temas, la pregunta inicial.
Para ser un maestro de humanidad el principal requisito es: ser humano, siente, ríe, entristece, goza ….Mi entusiasmo puede ser contagioso, lo malo es que el aburrimiento también ¡ cuidado¡
La enseñanza requiere creatividad, no es fácil atraer la atención de un grupo de jóvenes si no empatizo con ellos y busco la manera de engancharlos. Yo también me he sentido desarmada para esta guerra.
La docencia requiere: vencer la soberbia, vocación de servicio y recordar que los alumnos también son humanos.

Comparto plenamente varias de las ideas con el autor, para mí no tiene caso cumplir con un programa por cumplir, yo debo cumplir con mis alumnos, prefiero ir a su ritmo en paso seguro que al ritmo de la planeación construyendo sobre arena movediza.
Lo importante no es que la sociedad me valore, sino que la sociedad valga por lo que yo le aporto día con día cumpliendo con mi misión de servir a mi comunidad. 1

Por Julissa Geovanna Barajas Pacheco.

1 comentario:

  1. ¡Qué tal estimada Julissa Geovana!
    es muy importante su comentario acerca de contagiar con nuestro entusiasmo ya que éste es como un perfume que nos proporciona chispa para todo.
    Su hermano, José Francisco.

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